18 enero 2010

18 enero 2010

Práctica 9: Reparar Windows XP

     A veces nuestro Windows XP se vuelve lento sin saber la causa. Chequeamos nuestro sistema, lo limpiamos de virus, espías y de archivos innecesarios, pero aún así observamos errores que antes no ocurrían, los programas se nos quedan colgados sin razón aparente o la velocidad general del sistema llega a ser exasperante. También es posible que intentemos acceder a Windows sin conseguirlo. No podemos formatear porque tenemos datos valiosos que no queremos perder de ninguna forma.

     Una de las soluciones es reinstalar Windows sobre sí mismo, lo que en el propio argot de XP se denomina “Reparar una instalación existente de Windows XP”, proceso que, teóricamente, no nos haría perder datos. Es un proceso fácil y relativamente rápido para acceder de nuevo a esos datos que por un momento creíamos perdidos.

Reparación.

  1. Arrancar el PC con el disco de instalación de Windows XP dentro del lector de CD/DVD. Cuando aparezca el mensaje de “Presione cualquier tecla para iniciar desde CD” pulsaremos cualquier tecla. El programa hará una inspección del hardware del equipo y tras unos momentos comenzará el programa de instalación.
  2. En un primer menú aparecerá varias opciones:  
    • Para instalar XP ahora, presione ENTER. (LA ELEGIMOS)
    • Para recuperar una instalación de XP usando consola de recuperación, presione la tecla R. (Hay que estar atentos de no confundir “recuperación” con “reparación”, aunque las dos se seleccionen con “R”).
    • Para salir del programa SIN instalar XP, presione F3
  3. A continuación nos aparecerá el contrato de licencia de Windows XP, que  aceptamos con F8.

  4. Seguidamente otro menú con las siguientes opciones:
    • Para reparar la instalación seleccionada de Windows XP, presione R
    • Para continuar la instalación de una copia nueva de Windows XP sin reparar, presione ESC.
      Además se nos da una lista de las instalaciones de Windows existentes, a fin de elegir cual queremos reparar.

      Aquí es donde se distingue entre el proceso de “reparación” donde mantendremos los datos y muchas configuraciones, y la de “reinstalación” donde perderemos la instalación existente y haremos una instalación nueva. Aún así, tendremos que reinstalar algún controlador de dispositivo. Si  por error pulsamos ESC (no reparar), podremos volver atrás en la siguiente pantalla.
       

  5. La reinstalación de XP será guiada por el asistente y es similar a una instalación nueva, por lo que no debería haber problemas. Windows intentará mantener los controladores de los dispositivos que tuviéramos previamente, aunque es posible que tengamos que reinstalar alguno.  En este caso, dará la opción de pulsar el botón Examinar y poder localizarlo manualmente.

  6. Posteriormente nos pedirá la clave del producto, elegir las opciones regionales y de idioma, (que serán las de la antigua instalación), y de pertenecer el PC a una red, podremos decidir en qué grupo de trabajo se va a incluir, etc...

  7. Tendremos que revisar que todo funcione correctamente ya que hay que tener en cuenta la posibilidad de poder perder alguno de los programas que tuviéramos instalados, así como alguno de los controladores de dispositivos, configuraciones de escritorio, cuentas de correo, actualizaciones de sistema, etc., ya que la reparación puede haber ''machacado'' parte de los archivos de nuestro anterior Windows.

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